jueves, 4 de octubre de 2007

DOS POEMAS

para Roberta Garza:

VENUS MERCURIAL

El relámpago está hecho:
el cielo atraviesa las rendijas con su daga.

Un ala como aldaba toca a mi frente:
“Abre los ojos, dime un color”.

La garza se desliza
y su luz provoca a la luz que hiende.
Luego, su silueta se sienta a esperar.

Una novicia baila con el tum tum de la siguiente pieza.

El dinosaurio de pestañas largas e inmóviles
le tiende su largo cuello en escalera:
no está San Jorge, sube pues.

Mis cosas favoritas:

Tu ternura cerval y su arrojo del fuego.

El correo titilando tu estrella
a las dos de la mañana.

Tres, la superficie del espejo que atraviesas
cada día como Venus mercurial.

El cuarto café que revuelves buscando el tono,
el vértigo cinco de esta revuelta.


FOTOGRAFÍA

Te contemplo:
escucho la lengua viva de tu respiración,
tomo forma en la cartografía de tu piel.

¿Cómo será sostener tu barbilla?
¿Tendrán mis manos el ángulo correcto?
En mis labios la sangre se amotina
ante la suavidad inminente de tus rojos.

Tu piel estero.

Y bajo la superficie, sobre la mirada,
tus cejas reman incansables.