viernes, 28 de agosto de 2009

PLANTAR

Tus pies, tierra firme a medianoche,
son la manera que tengo
de no perder el piso entre sueños.

Antípodas de tus ojos,
se plantan ligeros sobre mis plantas
y como tus ojos, acarician
con fuego lento y sostenido.

Sobre tus pies
en simetría camino
mientras tus pies levantan
ese planeta tuyo
a donde suelo volar en nocturno.

Milagro plantar:
en espejo de agua nuestras huellas coinciden.

Muevo un dedo, eres ninja y te anticipas,
encuentro un feroz durazno a la vuelta de un pliegue.

Despierto, siento tus pies y bendigo:
“estás aquí, colgada de mí, asida a mí…”

Entonces froto tus pies con los míos
y como lámpara de los deseos
se desparrama el día.

martes, 4 de agosto de 2009

DE NUBE INQUIETA

De nube inquieta,
de algún silencio que en el sueño es grito,
de insospechada altura
bajaste.

Pudiendo caer a medio océano
y perderte en confusión de olas y encajes,
viniste a dar aquí,
precisa entre mis brazos
abrazando la luz antorcha
de tu cuerpo,
a media noche parida.

El grito soterrado que acallé
en la confusión del sálvese quien pueda,
devino en fractal susurro
que se diluyó en la ramificada espesura.

Una y otra y otra y otra vez saboreo
el golpe súbito,
el instantáneo incendio
que provocó tu inesperada acometida,
cuando la oscuridad huyó a trancos.

Evoco las dulces brasas, tus rescoldos
perfumando el alba.