POR AQUÍ PASÓ
Ataviada de jacarandas
llega abril y su poesía,
con explosión de lilas y reflejos.
El alba se me aparece sobre la almohada:
eres tú lloviendo flores en el corazón,
enlluviándome
con esas pestañas largas
que acarician la mañana.
En tus ojos,
huellas de la noche entintada y caliente dicen:
por aquí pasó.
Sobre las plumas describes el plan,
las argucias y los atajos que siguen,
mientras crepito en suavidades que me prenden
como besos de agua viva.
Tus manos no dan reposo
sino hasta la rendición fortuita
o el encuentro.