lunes, 5 de abril de 2010

LA POSESIÓN ABSOLUTA DEL DESEO


De Cándidos Recreos es el tercer libro de poemas de María Ángeles Juárez Téllez (Tingambato, Michoacán, 1951).

El tiempo transcurrido desde la publicación de su anterior poemario Bajo los Girasoles (La Máquina Eléctrica, Ciudad de México, 1987) hasta la fecha, ha sido en gran parte dedicado por ella a escribir otros libros relacionados con la investigación y la difusión de la obra del escritor campechano Juan de la Cabada, de quien Juárez Téllez fuera asistente en los últimos tres años de la vida de éste.

En los Cándidos Recreos, la autora nos conduce a un viaje pleno de recuerdos, ausencias y erotismo, sobre el camino multicolor sembrado con las flores de su memoria, rebasando el lirismo imperante en mucha de la actual poesía mexicana, donde a veces se olvida que el poema es una máquina en la que cada palabra deberá ajustarse de manera precisa y necesaria al poema, o no escribirse.

Como aconsejaba Rilke, las vivencias infantiles y adolescentes de Juárez Téllez se vuelven aquí detonadores de la experiencia literaria, trascendiendo las consideraciones inmediatas de la autora, y constituyen magnífico pretexto para verter en la matriz del poema, con oficio, el inasible sentido poético que proporciona vida propia a lo escrito.

Con un lenguaje que a veces emplea vocablos poco frecuentados, -pero propios del contexto rural en que ella creció-, la autora enriquece los poemas de De Cándidos Recreos sin falsas pretensiones de erudición, marcando un recorrido con vastos orígenes y múltiples destinos, evidentes en los homenajes que dedica a Raúl Renán, Enriqueta Ochoa, Francisco Cervantes y Juan de la Cabada. El recuerdo de éste último en el poema “Cruzamos La Tarde”, es estremecedor:

(…la muerte…)
humedeció en tu piel
el aroma de nardos
que nacerían en tu sepultura

Existen también los guiños y complicidades con los amigos; invocaciones o despedidas de amantes; así como sucesos vitales que por crudos o dolorosos han sido transferidos a un contexto mágico.

Si el primer criterio fuese el cronológico, la lectura comenzaría por el poema “Bajo el Signo de Cáncer”, desde antes del nacimiento de María Ángeles Juárez, cuando su padre

al expirar la primera mitad
del siglo veinte
arrojó un torrente de lluvia seminal,
tornándome voces
desde el vientre de su universo

y terminaría donde efectivamente, acaba el poemario con la “Carta al Muchacho Capricornio”:

donde Adelaida, mi hija,
es la historia dolorosa de mi sangre.

Pero si nos atenemos al erotismo, el libro parte del poema “De Cándidos Recreos” con una aventura temprana paradójicamente vinculada a lo religioso, pues

en el éxtasis somnoliento de la misa
me dio a besar un dios;
con barba de alambre inclinado
destrozó mis sueños inocentes.

Posteriormente, en “Un Domingo de Agosto” alcanza atinada intersección entre erotismo, religiosidad y desencanto (¿pues qué es el humo de un cirio apagado?):

Emerge de mi vientre
olor a parafina
de misas celebradas en domingo

María Ángeles Juárez practica juego de espejos y referencias donde la unidad del poemario se apuntala tanto en elementos naturales, -las flores casi siempre (nombra al menos veinte distintas clases)-, como en la precisión del tiempo (asienta las fechas, los días, los meses y las estaciones del año).

En paralelo establece otro hilo conductor que asocia lo religioso con las más instintivas de las experiencias, logrando en no pocas ocasiones entonar un endiablado Cántico Espiritual, cuyos temblorosos ciervos y palomas han sido transmutados en yeguas enjaezadas y lobas embravecidas, culminando la pasión de varios de sus poemas en impetuoso arrebato profano, como el exclamado a todo pulmón en “Tiempos de Guardar”:

el silbido del animal supremo
anuncia en los amores de rosa-adolescente,
la posesión absoluta del deseo.

La impecable edición de De Cándidos Recreos a cargo de la Universidad Autónoma Chapingo, con prólogo de Raúl Renán y sendos epílogos de Aura María Vidales y Juan Cervera Sanchís, presenta además como aciertos una portada bien diseñada a partir de una encantadora fotografía de María García, e interesantes viñetas de Midori Adelaida Valle Juárez en los interiores.

De Cándidos Recreos. Juárez Téllez, María Ángeles. Universidad Autónoma Chapingo, México 2009.106 pp.

Reseña publicada el 03/abril/2010 en el suplemento Laberinto del Diario Milenio.
http://impreso.milenio.com/node/8745240