Al fondo del fuego
un torero levanta las manos:
Bienvenido a México, manito.
Deslumbran a Guillermo chaquetilla y alamares
en ígnea y fugaz premonición.
En su juventud un Río de Plata, hoy
Mac Lean lleva acero hasta en la médula.
La mirada se le tiñe beaujolais nouveau
ante la sola mención de la fragua.
Piensa en seiscientas figuras,
en alumbrarles un alma
que no ve la hora de poner al rojo.
Roberto Mendoza Ayala
1 comentario:
Apreciado Roberto
Guillermo Maclean a la orden dentro del desorden del recuerdo porque no, no te recuerdo ni me acuerdo de haberte conocido, pero parece que tu si sabes quien soy por lo tanto no me queda mas que agradecerte semejante deferencia (la de este poema fraguado) y abrasarte (de brasa) un gracias al rojovivo.
Mac
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