viernes, 10 de junio de 2011

RELOJ DE ARENA

Es increíble la forma en que vamos alienándonos, acostumbrándonos a dejar pasar lo que constituyen las cochinadas más cínicas que nos propinan nuestros "políticos".

Hace un par de días tuve oportunidad de observar el debate entre los tres candidatos a gobernar el Estado de México. No hay a cual irle. Unos a otros se descalificaron señalando su respectiva pertenencia a estirpes abyectas, cuando no detallando con números y letras los vergonzosos o nulos antecedentes de quienes pretenden gobernarnos. Lo peor de todo es que uno de ellos lo logrará.

Sin embargo, llamó mi atención el hecho documentado con fotografías, donde camionetas de la Agencia de Seguridad Estatal repletas de acarreados con camisetas rojas del PRI conducen a los militantes hacia un mítin.

Ello ni siquiera mereció un pestañeo por parte de Eruviel Ávila, el candidato aludido. Se limitó a decir que ante los ataques, él era el candidato de las propuestas y de los 6000 compromisos firmados ante notario. Cuánta desfachatez y cómo es que la aguantamos. El tipo tiene más del 50% de la intención de voto de los ciudadanos. Y a dos días del debate eso no ha cambiado un ápice ni siquiera ante la evidencia de corrupción de él y de su partido.

Pobres de los mexiquenses indignos que se conforman con un tortillero y una camiseta cada seis años...así seguirán. Súbanse a la camioneta, al carro completo. Eso quieren, con eso se conforman: de ahí no pasarán.

Por un momento me imaginé el mismo debate en los Estados Unidos de Norteamérica (y perdonen la comparación que siempre hacemos: más nos vale copiar lo bueno, aspirar siempre a lo mejor). Sorpresivamente, a media discusión, uno de los participantes le suelta al otro imágenes que demuestran de manera contundente el uso por lo menos ilegal de recursos públicos para allegarse gente a su causa. ¿Qué hubiese ocurrido? ¿Cúál sería la reacción del otro?, y más importante: ¿CUÁL HUBIESE SIDO LA REACCIÓN DEL PÚBLICO?

En ese momento un rayo hubiese partido por mitad la carrera política del candidato tramposo, que difícilmente hubiese podido sostener cualquier dicho ni al día siguiente del debate. Por un elemental decoro, por imagen, sus propios compañeros de partido lo habrían hecho renunciar.

Aquí, en cambio, dejamos pasar el hecho: nos parece normal que nuestros gobernantes se atasquen a sus anchas gastando el dinero que deberíamos tener en escuelas y hospitales, en seguridad pública, para destinarlo a costosísimas campañas que sólo a ellos benefician.

Además estamos taaaan ocupados viendo si Peña compró o no un perfume en Beverly Hills mientras nos embadurnan el rostro de caca, que apenas atinamos a decir que algo huele mal y nos negamos a ver nuestra cara en el espejo. Por eso sigue la cadena: me inquieta pensar que al parecer, de ser gobernador cualquiera de nosotros...¿haría lo mismo?

Dejar pasar "pequeñeces" como esa nos está llevando a todos al carajo.

¿Alguien puede documentar un poco más lo de esas camionetas, fecha, hora, lugar? ¿Ello no sería motivo suficiente, conforme a nuestras leyes electorales, para anular ipso facto la candidatura por lo menos del Sr. Eruviel? ¿Alguien, los candidatos, la contraloría, los partidos de oposición, pueden hacer algo de manera legal, algo más que sólo leer la constancia de mi indignación?

POSDATA DEL 07 DE JULIO DE 2011:

Las elecciones ya pasaron, ganó el candidato del PRI. Increíblemente ganó por más de 40 puntos al segundo lugar, un millón de votos más que el mismo Peña Nieto hace seis años.

Ello refleja algunas cosas dignas de reflexión:

-A los jóvenes de esta generación ya no les dicen nada los nombres de José López Portillo o de Luis Echeverría Álvarez, auténticas pesadillas priístas para México que nos endeudaron y nos devaluaron parece ser que para siempre.

-Que bajo la modernidad de Carlos Salinas de Gortari hayan sido asesinados 300 perredistas, el candidato Luis Donaldo Colosio, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el dirigente Ruiz Massieu...tampoco les dice nada.

-¿Por quién querían que votara la gente, si el PRD daba como opción "digna" al títere comunista que cerró Paseo de la Reforma arbitrariamente durante seis meses y el PAN a un perfecto desconocido, mocho, sin experiencia de gobierno ni conocimiento de la política local, importado del Vaticano?

-Peña Nieto le atinó al ofrecer un candidato que -al menos en imagen- es hijo de la cultura del esfuerzo. Ni Encinas ni Bravo, ambos de familias acomodadas de siempre, podían darle al pueblo la fantasía de ser "uno de ellos". Por supuesto, Eruviel desconectó su celular al día siguiente de la elección, hasta entonces abierto a quien le marcase...

-Los indecisos de las encuestas, en esta ocasión sirvieron para ahondar la distancia entre primero y segundo lugar.

-A mediano plazo, para ser realmente competitivos, los partidos no tendrán más remedio que abrirse y adherirse a las candidaturas independientes, a gente comprometida con la gente, no con los partidos...ello si antes no caemos en una inmovilidad priísta que nos dure 70 años.

-Pues el corporativismo está más vivo que nunca. Esa víbora prieta que ni Fox ni Calderón quisieron matar, teniendo la oportunidad de oro. Se retuerce ahora y muerde a quien la sostiene, antes de cambiar de manos.

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