martes, 10 de agosto de 2010

DOS POEMAS CÓSMICOS

SUCEDE ANOCHE

Deriva de continentes,
pliegues y fracturas abisales
de un Corazón ardiente y líquido.

Cartesiano ubico tus ojos
en furioso centro
de telúrico planeta.

Tremores, ráfagas,
elementos nuevos,
transformación profunda del paisaje
en una sanguínea química y futura.

De lo alto llegan luces:
un ciego relámpago
alcanza al tacto
tus profundas aguas.

Es hora de las rotaciones
y el cambio de ejes,
restablecer el antiguo polo
midiendo la inclinación
en el sextante de tus dedos.

Referencia: norte
Latitud: aproximada
Posición: tu cuerpo

De la pangea fragmentada venimos.

Añadimos como siempre
eones a la suma por sí
infinita
de nosotros.




EL NECIO

Habré de hacerme oír
cuando no quede seña de lenguajes
ni escritura humana.

En honda pulsación fuera de órbita
alguna intermitencia mía
se mostrará inteligente.

Leve música de mi nostalgia
acosará futuras naves,
y astronautas inconcebibles
asediados por una última aurora,
escucharán voces a la débil luz
de mi más potente grito

Cierta vibración, algún pautado ritmo
redundará por siglos en el espacio
hasta formar la improbable piedra
asteroide de la Memoria.

Fragmentada, alcanzará sin duda
superficie de planetas nuevos,
sacudirá su milenario polvo
ante miradas extrañas
que brillarán morbosas
con una breve incandescencia.

Iluminadas,
festejarán la supuesta disolución
de este necio, contumaz recuerdo.

No hay comentarios: